A partir de marzo de 2021 entrarán en vigor las nuevas etiquetas energéticas para electrodomésticos.

Esto es lo que cambia.

A partir de marzo de 2021, las etiquetas energéticas de los electrodomésticos dan un paso atrás en el pasado para mirar hacia el futuro. Las clases con el «más» más alto que la simple A desaparecen y la primera de la clase se reinicia desde B.

etiqueta energetica

A partir del 1 de marzo entra en vigor la escala de clasificación de consumo energético renovada, para seis grupos de productos: lavavajillas, lavadoras y secadoras, frigoríficos y vinotecas, lámparas, pantallas y monitores de televisión (categoría doméstica), frigoríficos de tienda o máquinas expendedoras (comerciales).

Nueva clasificación.

Los nuevos electrodomésticos se clasificarán de acuerdo con la escala conocida de A (el mejor) a G (el menos eficiente), como en el pasado. Aquellos que ahora están etiquetados como A +++, la parte superior del rango, se escalarán a la categoría B, mientras que la clase A se dejará vacía para dejar espacio para el desarrollo de modelos aún más eficientes.

Si en una etapa temprana, en 1995, varios productos ocupaban las categorías más bajas (E, F, G), la evolución continua y la eficiencia energética lograda por los electrodomésticos ha llevado a lo largo de los años a una clasificación cada vez más masiva en las áreas superiores (A +, A ++ y A +++), tanto que hoy en día casi ningún producto se define como A, mientras que A + designa un rendimiento estándar para el estado del arte.

Para garantizar una mayor claridad a los consumidores, confundidos por este simbolismo poco distintivo, la Unión Europea decidió en 2017 proceder al rediseño del ranking. El 85% de los que realizan una compra reconocen y miran las etiquetas durante la fase de compra, según la Comisión.

A partir del 1 de marzo la escala de colores será visible en los productos (las lámparas arrancarán a partir del 1 de septiembre) según los nuevos criterios, acompañada de pictogramas intuitivos para conocer el consumo de agua de un lavavajillas, las emisiones acústicas de un frigorífico, la capacidad de una lavadora.

No obstante, se indicará claramente el consumo en kilovatios hora al año, para 100 ciclos o 1000 horas de uso.

Los productores han comenzado a agregar la nueva simbología en los documentos de información ya en noviembre. Además, deberán cargar información y documentos en una base de datos digital europea para permitir procesos de control mejores y más eficientes.

La importancia del etiquetado energético.

De hecho, según la Comisión, el 10-25% de los electrodomésticos actualmente en el mercado no cumplen totalmente con las etiquetas y alrededor del 10% de los ahorros potenciales de energía se pierden debido a esta falta de adherencia.

Según estimaciones de Bruselas, las nuevas medidas por sí solas deberían permitir ahorros de hasta 38 Tera vatios hora por año para 2030, equivalente al consumo anual de energía de toda Hungría.

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